Por Ximena Hidalgo Ayala
Historiadora, fundadora y directora ejecutiva del Comité Internacional Galo Plaza Inc. y de su exclusivo network de empresarios y profesionales XHA Club, dedicado a promover la integración a través de historia, educación y cultura.
Hace más de veinte años visité por primera vez el hermoso pueblo de Huntington, en Long Island, gracias a la presencia de compatriotas y amigos de mi padre que residen allí desde hace cinco décadas y son de los primeros latinos en esa zona.
Entre esas amistades, -aunque con menos tiempo en Huntington-, están los esposos María y Alejandro González, pioneros en la representación cultural de México en esa parte de Nueva York. Los esposos González no solamente fueron los primeros en introducir la cocina mexicana a Huntington en su acogedor Restaurante Oaxaca, ellos han tenido una perspectiva diferente, en la cual la cocina va de la mano de algo mucho más amplio, que es el legado ancestral de los pueblos originarios mesoamericanos.
Los esposos González ha llevado no solo los sabores tradicionales de la cocina mexicana, Alejandro ha compartido sus conocimiento sobre la filosofia y cosmovision de las culturas originarias de México con la comunidad local con innumerables eventos en sus restaurantes, en los que ha ofrecido charlas explicativas y degustaciones gastronómicas con contenido cultural.
Durante más de tres décadas, Alejandro González ha convertido a sus emprendimientos, en embajadas de la cosmovisión de mayas, aztecas, chichimecas, olmecas, mexicas, etc., etc. Como parte de ese trabajo, ha rescatado y recreado una de las tradiciones mexicanas más populares en Nueva York como es el Día de Muertos.
La celebración del Día de Muertos no es la excepción, los González la reviven cada noviembre, preparando el altar en su restaurante Oaxaca localizado en una de las principales vías de Huntington.
DE MANHATTAN A OAXACA
Desde Manhattan el viaje a Huntington es muy fácil y relativamente rápido, una opción muy cómoda es el Long Island Rail Road, cuya estación principal está en Penn Station en la calle 33 y 8a Ave. Durante el fin de semana, el viaje ida y vuelta solo cuesta veinticinco dólares y es un viaje placentero y seguro.
Alejandro, asiduo investigador de las culturas ancestrales del mundo, especializado en la cosmología de los grupos originarios mexicanos, nos explicó detalles de la elaboración de los altares de la celebración del Día de Muertos, una celebración que tiene diferentes expresiones y tradiciones a lo largo y ancho del continente americano pero que en el caso de México, es una de las más festivas, coloridas y ampliamente promocionadas, pero desde la perspectiva individual, como lo demuestra este embajador vitalicio en Huntington.
Además aprovechamos para saborear los exquisitos platillos mexicanos que en Oaxaca mantienen la sazón, técnicas y productos auténticos mexicanos y nos deleitamos con el plato especial de celebraciones de México, el complejo y enigmático “Mole”, uno de los mejores que hemos saboreado en todo Estados Unidos.
A continuación la entrevista original a Alejandro González, de la cual publicamos en una versión más corta, adaptada al espacio del impreso del semanario Impacto del jueves 2 de noviembre.
Cosmovisión del Día de Muertos
Alejandro, cuéntanos más sobre la celebración del Día de Muertos a la mexicana.
- Actualmente es una celebración muy popular, que festejamos el 1 y el 2 de noviembre porque cuando España colonizó nuestros países, nos daban permiso de celebrar el Día de todos los Santos y de las ánimas, entonces se aprovecharon esos días, no es necesariamente que se celebren esos días, de hecho se celebra todos los días.
El origen, -que hay poca gente que realmente lo sabe o lo practica-, está en nuestra cosmovisión de que la dimensión de lo creado viene a surgir de otra dimensión, en donde no hay espacio ni tiempo y al no haber tiempo no hay nacimiento ni muerte, pero al pasar a la dimensión a la que estamos nosotros, todo lo que nace muere, es una condición dentro de la naturaleza de nuestro universo de que todo lo que nace muere y esto no se asume como una terminación, si no como una continuación.
LA MUERTE NO ES EL FINAL
La muerte no es un final si no una transformación, es decir la energía se transforma de una cosa a otra, cuando algo muere sus componentes van a dar vida a otras cosas y su parte espiritual pertenece a la dimensión de no espacio y no tiempo, esta dicotomía o polaridad se puede ver más bien como complementaria, es decir, nosotros existimos por algo que murió, es decir que si consumimos maíz es porque ese maíz se alimentó de cosas que murieron antes y se transformaron y dieron origen al maíz, que a la vez muere para que nosotros nos alimentemos de él, así como la tierra se alimentó de otras cosas para dar origen al maíz, es una cadena interminable en el universo, así es como lo vemos nosotros.
Debemos aprovechar el tiempo en el que estamos experimentando esta expresión del universo que llamamos vida, entonces el lapso de la vida humana es una oportunidad muy bonita para darnos cuenta de ello, es decir para tener conciencia de ello.
Si pudiéramos definir lo que es la conciencia, tenemos muchas definiciones, pero una que me gusta es que, la conciencia es el nivel de conocimiento de cómo funciona el universo. Nuestros antepasados nos decían: aprovecha el tiempo de tu vida, porque es cuando puedes elevar tu nivel de conciencia y el ser humano tiene ventajas sobre muchas otras criaturas por esa posibilidad de poder darse cuenta y de aprender, cómo funciona el universo y subir su nivel de conciencia.
Claro que si seguimos ahondando, vamos a llegar a un momento en el cual la conciencia no necesite más de la materia y entrariamos en esa dimensión de la que hablábamos al principio, donde no hay espacio ni tiempo.
La construcción de los altares es lo más visual y clásico de la celebración del Día de Muertos, explÍcanos más sobre su estructura.
- El altar debe elaborarse en tres niveles, que significan por decirlo así, la trinidad, que es algo universal y que representa a la madre, al padre y al hijo.
Pero la trinidad es un principio católico!
- En la cristiandad como era un régimen machista, sobretodo por la zona donde nace el Cristianismo, quitaron a la madre y la reemplazaron con el Espíritu Santo, pero en realidad es una triada, que la vemos en Pitágoras, en la semilla de la vida en Egipto, en la India, en Yucatán con los Mayas, donde están la semilla y el árbol de la vida también, lo vemos en la patita del león y de los perros Fu en China, ahí está, -en esas formas geométricas-, el árbol de la vida.
La trinidad es algo de esa dimensión donde no hay espacio ni tiempo y para que pueda existir debe crear un lugar al cual los hebreos llaman la vasija, que es el espacio-tiempo. Nosotros hemos sido educados para separar espacio y tiempo, pero no existe tal cosa, por ejemplo las palabras que digo este momento ocurren en un tiempo y ahí quedarán, en ese espacio-tiempo, no desaparecen, así como las estrellas que vemos, es la luz que emitieron hace millones de años y recién la estamos viendo nosotros.
TRES FUERZAS DE LA CREACIÓN
Todo el espacio-tiempo es uno, no dos cosas separadas. Primeramente la vasija que representa el espacio-tiempo, el lugar donde se van a desarrollar el o los universos de la creación. Para seguir la fuerza de la creación, esta se da en una trinidad, -en cualquier cultura del mundo-, conformada por una fuerza activa o masculina, una fuerza receptiva o femenina y una fuerza neutral, que es el resultado de la oposición de la fuerza activa a la receptiva.
Cuando la fuerza activa quiere crear, siempre va a encontrar resistencia y tiene que trabajar para seducir a esa resistencia, para que permita la unión y crear y dar como resultado una tercera fuerza que es neutral, que se vuelve a convertir en activa o pasiva dependiendo de sus características, así la filosofía china dice que en el principio primero existió el uno, luego hizo al dos y ellos crearon el tres, de ellos nace todo lo que existe en el universo.
Si quieres hacer una mesa, primero nace en tu idea, en el deseo de querer hacerla, pero no la vas a hacer si no convences a la parte femenina de ti mismo de ponerle el amor a esa idea. Si lo hiciste y convenciste a la parte receptiva o femenina y te pones a hacer la mesa y si el deseo y el amor por hacerla es fuerte, la vas a terminar, si no es así, va a ser una mesa mal hecha, todo depende de la fuerza original.
Así el altar está conformado de tres fuerzas: la primera, la de arriba, que es la parte más cercana a la dimensión no espacio-no tiempo, que sin serlo, tiene contacto o representa lo espiritual; luego está la materia, que llamamos en mixteco Tlaltikpak (*), que es donde caminamos, la tierra y el tercer nivel, que es el inframundo, donde después de morir, -dependiendo de cuán fuerte fue nuestro deseo y fuerzas receptivas-, va a depender como vamos a volver a expresarnos en el universo.
(*) Tlaltíkpak, palabra nativa que proviene de la unión de dos vocablos del náhuatl: tlalli, que significa “tierra'' y ikpak, que significa “encima de”. En la mitología mexica o huasteca, es el mundo o la región horizontal intermedia, el plano que corresponde a la Tierra, donde nada es eterno, todo es frugal, en su concepción filosófica es transitorio y deberá terminar, es la tierra que se pisa, por lo mismo es el lugar de acción, de concreción, donde se pone a prueba todo lo que se ha aprendido y trabajado.
En el nivel superior, o la parte espiritual, es donde se colocan cosas como iglesias, que representan lo espiritual, pájaros, palomas. La parte del medio es donde estamos nosotros y en la tercera hay muertos de todo tipo, unos alegres, otros tristes, pero es el resultado de las fuerzas que nosotros tenemos oportunidad en el Tlaltikpak de poderlo hacer, podemos acercarnos más a lo espiritual o a lo denso, a lo que todavía no comprendemos en este nivel de conciencia.
¿Hay un lugar específico para los retratos de los seres queridos y de la comida?
- Usualmente los colocamos arriba, porque queremos liberar a las personas que ya han muerto, no queremos mantenerlas atadas con rencores o pensamientos de cosas que no nos gustaron, por el contrario, tratamos de liberarlas de cualquier cosas que nos haya hecho, de perdonarlas para liberarlas de la carga energética para que puedan más fácilmente retornar a este mundo en un plano más elevado.
Por eso hay personas que vienen a este mundo y son altruistas, ayudan sin interés, es decir que tienen un nivel de conciencia más elevado, saben como funciona el universo y se van dando cuenta de que la fuerza que mueve el universo es el amor. Cuando estas personas tienen amor a los semejantes, plantas, criaturas, al planeta, significa que tienen un nivel de conciencia más elevado, una idea más cercana a la verdad. Todo lo que nos sucede, incluidos los problemas, tragedias, es la manera como el universo está tratando de enseñarnos el camino que debemos seguir, porque siempre podemos aprender, de lo bueno y lo malo, especialmente de lo que consideramos malo, que no hacen otra cosa que enseñarnos a encontrar el camino.
La comida en la cultura mexicana está vinculada a todo, la vida y la muerte, ¿cómo nos explicas la parte de los alimentos en el altar del Día de Muertos?
- Tiene mucho que ver con lo espiritual. No hay un lugar en toda la casa donde el amor se exprese más que en la mesa.
Cuando comemos es cuando el amor se expresa de una manera más obvia en un hogar. La madre se esmera y lo mejor que le puede pasar es que le digamos lo sabroso que cocinó, ella se siente bien porque siente que el amor que puso al preparar esos alimentos está dando el resultado que quería.
Nos sentamos todos a la mesa para dar gracias y reconocemos que todo lo que estamos comiendo ha muerto y que nos está dando vida y que nosotros daremos vida a otras cosas cuando ya no estemos. Es una práctica diaria. Nos decían los abuelos: vive hoy como si fuera el último día de tu vida.
La comida, es una manera de decir a nuestros muertos que los queremos mucho, que deseamos que estén de lo mejor y que el día de hoy les recordamos mucho más fuerte que en otro día y que es bueno que estén con nosotros en este día. La comida es una manera de tenerlos cerca.
¿Hay alguna tradición culinaria particular que se prepare para el Día de Muertos?
- Cada región tiene lo suyo.
Si vamos a Oaxaca y a Puebla, que antes era la Mixteca, compartida por los dos estados que luego los separaron pero antes de los españoles era una sola región, -Mixteca significa gente que vino de las nubes, del cielo-, su plato especial es el mole, que no puede faltar y que ahora se consume en todo México.
Es un plato que lleva mucho amor, mucho trabajo, mucho deseo, prepararlo significa que hubo mucha fuerza en el deseo y el amor. En Yucatán para esta fecha se hace el "puchero de tres carnes" para el difunto, en Oaxaca se lavan los cementerios, se arreglan las tumbas, hay puestos de comida, hay músicos de banda, mariachi, tríos cantando y gente llorando porque a veces les gana el sentimiento.
¿También son representativas las flores?
- Las flores son muy importantes!
Si ves el calendario azteca, en el medio tiene un águila mariposa de cuatro alas, en cada ala están las cuatro humanidades que han pasado y la misma mariposa representa la quinta humanidad, que es la nuestra, que ya está pasando y vamos hacia la sexta humanidad.
Todo evoluciona en siete, es algo mundial, entonces tenemos siete colores, siete notas musicales, siete días en la semana, el siete es el que organiza la creación, que tiene una fuerza activa, pasiva y neutral, de estas tres surge la ley del siete, por ejemplo el proceso de hacer la mesa lo llevamos en seis pasos y el siete es ya la propia mesa. Dios creó al mundo en seis días y el séptimo descanso.
Cuando uno estudia esto más y más, comprende que todos estos principios están en culturas de todo el planeta, como la cultura Babilonia, la Siria, la de China etc.
Cuando la vida, -como la conocemos-, porque la vida es todo, desde que inició la creación con las tres fuerzas que comienza la vida, aquí en el planeta Tierra, después de un electromagnetismo y de haberse compactado los átomos, crearon una bola de fuego que comienza a manifestarse a través de los minerales y después de ellos los vegetales y así como hay siete pasos de la humanidad y que estamos terminando la quinta etapa y estamos entrando a la sexta etapa, también las plantas, cuando surgen en el planeta, atraviesan siete etapas, la flor es el séptimo paso, por eso Buda dio un discurso sin hablar, solo tomo una flor de loto en su mano, el que tiene la capacidad o el nivel de conciencia elevado comprende los simbolismos.
La flor simboliza el séptimo paso en la evolución de las plantas, así como en los minerales son los cristales, como el cuarzo y las piedras preciosas que simbolizan el último paso. En la humanidad hay gente que tiene características de la cuarta humanidad, la mayoría de la quinta y estamos pasando a la sexta, pero también hay seres humanos que están pasando a la séptima, están entre nosotros y quizás dirigen algunas cosas, la gran mayoría estamos pasando de la quinta era a la sexta.
Si uno puede colocar un faro para que un barco no choque con las piedras, si utilizas flores o piedras preciosas, les indicas a las almas el camino para que vengan a tu casa, igual las velas, son luces para indicarles a las almas a donde dirigirse.
También usan velas en los altares, pero estas son de origen europeo...
Nuestras culturas originarias en México ya tenían velas. Las carreteras que actualmente usan con asfalto, ya se usaban hace miles de años en la cultura Olmeca, en sus caminos, también usaban aceites de plantas y petróleo para crear antorchas. Cuando llegó Cortez a México, de noche, se vieron las luces de la ciudad que estaban en perfecto orden, eran las luces que colocaban en las chinampas, las sementeras para cultivar las tres cosechas al año, donde las plantas estaban sobre agua, no necesitaban regarlas. Bernardo Diaz del Castillo dijo que, ni Venecia ni ninguna ciudad de Europa era tan hermosa como Tenochtitlán y era por los canales, por el orden geométrico hacia los cuatro rumbos, entre otras cosas.
¿Halloween vs Día de Muertos o se complementan?
- El 31 de octubre a media noche, se abre el portal para que estas energías, que van a tener el permiso de Dios, vengan a este plano para estar con nosotros, pero esto es un sincretismo, una mezcla del catolicismo y de la religión del Anáhuac.
El Halloween original tiene sus orígenes en filosofías que no eran católicas. No se pueden quitar totalmente las ideas, lo mejor es mantenerse contento y permitir que las personas expresen lo que tienen.
Un mensaje final
Que comencemos a comprender que las enseñanzas de la muerte son únicas y especiales, el ángel de la muerte, -podemos llamarlo así-, ,es el que nos está diciendo y recordando que cada cosa que hagamos la hagamos como si fuera la última que vamos a hacer, de esta manera le ponemos el deseo muy fuerte y el amor fuerte a todo lo que hacemos, así que si todos hacemos esto, podemos imaginarnos el mundo que tendríamos.
Oaxaca es miembro fundador del XHA CLUB, Network dedicado a promover la inclusion de los latinoamericanos en la historia de Nueva York, proyecto que desde 2006 desarrolla el Comité Internacional Galo Plaza Inc., establecido para mantener el legado del líder internacional nacido en la capital del mundo, en el 5 West de la calle 8 y 5a Ave. de Manhattan, el 17 de febrero de 1906.
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